VI Seguimos jugando todos

El 28 de enero de 2021 cumplimos siete años. Te cuento todo lo que hemos hecho bien y mal hasta conseguir volver a soplar las velas.

¿Has leído las partes anteriores?

El primer capítulo está aquí.
El segundo, aquí.
El tercero, aquí.
El cuarto, aquí.
El quinto, aquí.

7 años han pasado desde que un par de chavales se plantaran en el notario sin saber realmente lo que iban a firmar, ni lo que estaba empezando.
Vamos a repasar este 2020 que solo puede resumirse como se deben resumir las aventuras empresariales: una montaña rusa de emociones. 

1. Entrando en la atracción.

Todo arrancó como empiezan las mejores montañas rusas, con ese ciempiés que te recorre la espalda, la risita tonta, el miedo que gusta.

Una reunión de equipo que nos puso en el mapa y nos puso las pilas, doble de efectividad. Muchos y ambiciosos eran los objetivos, los planes y las mejoras que íbamos a trabajar. 

Queríamos aumentar la facturación, crecer en equipo, crear servicios nuevos, mejorar la comunicación, establecer mejores formas de medir(nos)…

Dos meses duró la épica. 

2. Cuesta abajo… pero con frenos. 

Lo peor de la cuesta abajo de este 2020 es que no sabías cuándo terminaba. Intuías que esta parte del camino debía parar en algún momento, y no corríamos el riesgo de salirnos de la atracción, pero no importaba: necesitábamos que parara cuanto antes.

Los emails de “paralizamos el servicio”, de “tengo que frenar los gastos” y asuntos variados pero parecidos, no paraban de llegar. Demasiada incertidumbre como para hablar de SEO o de la estrategia en LinkedIN. Los grandes no querían gastar y los pequeños no podían. Lo digital solo es importante si tu negocio está abierto.

El resultado fue un trimestre dando pérdidas, pequeñas, pero pérdidas. Ha sido la primera vez que esta empresa se quedaba en rojo en su balance al terminar un mes.

Así que nosotros también tuvimos que tomar decisiones, que nos demostraron muchas cosas: acordamos que nadie iba a bajarse de nuestro cochecito, ni con ERTE, ERE ni cualquier otra sigla que implique desligarse de nuestro equipo.

Esto supuso esfuerzos importantes, pero es lo que tiene la cuesta abajo, que da impresión. 

Sacar el confeti cuando todo va bien te sale solo, y hay que hacerlo, que cuesta mucho conseguirlo, pero cuando el viento cambia, también toca dar ejemplo. 

3. Cuesta arriba de nuevo. 

Terminada la adrenalina, la montaña rusa comenzó a subir de nuevo desde septiembre. Despacito, como van las atracciones de este tipo, casi parecía un trámite. Pero ha sido la subida más bonita y emocionante de los 7 años que ahora cumplimos. 

Semana a semana, trabajo a trabajo, con todos los clientes ya de vuelta, nos volvimos a poner el corazón en su sitio y nos quitamos la cara de miedo. Incluso se ha subido gente nueva, y muy buena, a nuestra atracción.

Gracias al trabajo de todos los Paradisers, que han respondido igual de bien que siempre, hemos conseguido terminar este año por encima de como lo empezamos.

La salida de enero 2021 es mucho mejor que la de 2020, por lo que, si todo va bien, este año la montaña rusa tendrá un recorrido muy diferente :) 

Me ha quedado un resumen un poco más literario de lo normal, si quieres saber algo concreto, solo tienes que preguntármelo :)