Cómo crear campañas de email marketing efectivas

¿Creías que el marketing por correo electrónico estaba muerto? ¡JA! Pues no, amigui, y de parranda tampoco. A las campañas de email marketing les queda fuelle para rato, ya que aún pueden ayudarte a conseguir muchos de los objetivos de tu negocio. ¿Quieres saber cómo? Pues venga, nos remangamos y al lío.

Esta estrategia suele ser una muy buena idea como táctica de inbound marketing. De forma periódica, si está bien planteada, es coherente con su contenido y se envía a clientes bien segmentados, puede ayudarte de manera importante a mejorar tu imagen de marca e, incluso, tus ventas.

Así que el correo electrónico no solo no está muerto, sino que se ha colado dentro del top 3 de canales de distribución favoritos para las empresas B2B.

Estas conclusiones extraídas de un estudio* reciente nos dan la razón:

• El email marketing tiene un Retorno de la Inversión (ROI) entre 35€-40€ ganados por cada 1€ gastado.
• En 2024, el 79,7% de las empresas busca generar más ventas con el mailing (en 2023 esta cifra fue del 66,7%).
• El 45% de las empresas tienen la intención de aumentar la inversión en marketing por correo electrónico.

*Fuente: Investigación sobre el uso y la percepción del email marketing y el eCRM en España 2024 - Digital Response.

Dicho esto, cada campaña de email marketing puede tener diferentes objetivos dependiendo del público al que vaya a estar orientada. Por ejemplo, puedes programar envíos a los trabajadores de la empresa con el único fin de comunicar novedades; o enviar una newsletter a diferentes segmentos de clientes que nos interesan para conseguir tráfico, ventas potenciales o cualquier otra oportunidad de negocio.

Sea cual sea tu objetivo, sí que debes tener claro que para generar resultados es necesario tener criterio y seguir una estrategia. Así tendrás la certeza de que funcionará correctamente.

Fases de las campañas de email marketing

Triunfar con tus correos pasa por un proceso de cuatro etapas que no debes saltarte nunca:

• Objetivos de la campaña.
• Captación de datos.
• Diseño y contenidos del mail.
• Medición de resultados.

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Objetivos de la campaña

Define qué quieres conseguir. ¿Ganar notoriedad? ¿Comunicar ofertas? ¿Compartir novedades? Es importante que sepas de manera concreta qué objetivos necesitas alcanzar, ya que serán la hoja de ruta que marcará los siguientes pasos a seguir dentro de la campaña de e-mail marketing.

¿Y a qué nos referimos con objetivos concretos? Pues verás, no es lo mismo decir:

• Incrementar ventas.
• Fidelizar clientes.
• Aumentar el tráfico a la web.

Qué decir:

• Incrementar un 25% las ventas durante el próximo mes.
• Fidelizar el 15% de clientes con una promoción de siete días.
• Aumentar el 70% del tráfico web al último post del blog.

¿Lo ves? Tus objetivos deben ser específicos y cuantificables. De lo contrario no podrás medir resultados y, por lo tanto, saber cómo mejorar.

Captación de los datos

La pregunta que debes hacerte es “¿De dónde saco las direcciones?” y la respuesta es: “Depende de para qué las quieras”. Si tus campañas de mailing tienen el objetivo de estar dentro de un plan de comunicación o relaciones públicas, deberás pensar ideas para conseguir los contactos de medios, agencias de publicidad, bloggers, etc. Si quieres el correo de potenciales clientes, la estrategia de captación de datos será totalmente diferente.

Sea cual sea el destino de tus mensajes, hay dos cosas que nunca fallan para crear una base de datos de calidad: diseñar buenas llamadas a la acción en tu web (tanto en la parte gráfica como en la de copywriting) cuando estés pidiendo la suscripción y ofrecer algo a cambio (un e-book gratuito, descuento por primera compra, etc.).

La calidad de tu campaña de e-mail marketing dependerá en gran medida de lo buena que sea tu base de datos.

Cumpliendo este par de directrices tu tasa de conversión será mucho más alta y la calidad de los usuarios aumentará, puesto que te habrán dado su correo gracias a lo que tú les has ofrecido, que estará relacionado con tu negocio, evidentemente. Es decir, que se trata de gente que está interesada en lo que haces. ¿Hay algo mejor para vender que hacerlo ante público ya interesado previamente?

Diseño y contenidos del e-mail

Una vez tenemos una base de datos de calidad (ojo, no tiene por qué ser enorme) toca la fase de diseño y contenidos. En esta etapa no se trata solo de centrarse en cómo va a ser nuestro e-mail, que también, sino en definir bien la estrategia de nuestro mensaje, el contenido que vamos a enviar, las llamadas a la acción, el estilo general del correo…

Aquí tienes un montón de ideas para escribir e-mails que enganchen a tu audiencia.

Más allá de cualquier consejo relacionado con el diseño, lo más importante siempre es aportar un valor añadido con respecto a tu página web.

No te quedes solo en resumir lo que has publicado en tu blog, da a tu público contenidos exclusivos, datos que no has hecho públicos, ofertas con antelación respecto al público general… Hazles sentir especiales y el trabajo estará hecho.

Otro aspecto que debes tener en cuenta es la periodicidad de esta campaña de email concreta. No es lo mismo montarla dentro de una serie semanal o mensual, que si es algo puntual por una oferta o un proyecto determinado.

Si mandas un correo cada semana, por ejemplo, tu relación con los suscriptores puede ser mucho más cercana y concisa, porque ya saben quién eres y lo que le vas a dar en ese mensaje. De hecho, puedes ahorrarte palabras y explicaciones.

Sin embargo, en momentos puntuales, con mucho usuario nuevo, debes recordarle por qué le mandas eso, de qué va la historia y qué le ofreces a cambio de su atención. Sobre todo, para que no te mande a la temida papelera de inmediato.

Hablar solo de ti en tu campaña de e-mail marketing es el primer paso para acabar en la papelera.

Por último, recuerda que tener el e-mail de alguien es algo demasiado valioso como para arriesgarte a perderlo. Ten cuidado con los correos en los que solo hablas de ti, de lo bien que lo haces, de las cosas tan guays que vendes y de que es la última oportunidad para tu suscriptor de conseguir cualquier cosa. No tires a la basura el trabajo que llevaste a cabo para que te abriera las puertas de su bandeja de entrada (toma ya, qué bonito).

Medición de resultados

La última fase influye directamente en la próxima estrategia que vayas a pensar. Ahora toca ver qué ha funcionado y qué debemos cambiar. Para ello, hay determinadas métricas que nos dan información clave sobre el rendimiento de nuestras campañas de correo. Veamos alguna de ellas:

• Porcentaje de aperturas: si es bajo (por debajo del 15%), te has equivocado con el asunto del e-mail, con la hora de envío o tu base de datos no tiene tanta calidad como tú pensabas: ni siquiera les interesa como para tener la curiosidad de ver de qué hay en el correo.
• Porcentaje de clics: si no cumplen tus expectativas (es decir, si están por debajo del 3%), no conseguirás tus objetivos. Lo normal es que tu e-mail sirva de fuente de tráfico para lo que de verdad ofreces, así que si no llegan hasta ahí tus usuarios, habrás muerto en la orilla. Plantéate modificar tus copys, segmentar más, mejorar tu producto…
• Tasa de conversión: esta es la última puerta al Paraíso. Si es la que esperabas/necesitabas ¡enhorabuena!. Si no, tu problema puede estar en una landing poco efectiva, o que el mensaje de tu e-mail no se corresponde con lo que luego ofrecías. En cualquier caso, con algunos retoques seguro que lo solucionas.

Ahora sí, hemos llegado al mejor momento ¡el de ponerte manos a la obra con tu próximo e-mail! Pero si tienes interés en que te echemos una mano con todos los pasos para crear campañas de email marketing de aúpa, pregúntanos, que somos muy majos.