Unas siglas más para el enorme saco de nomenclaturas del mundo del marketing online, ¿verdad? No pasa nada, porque si aún no sabes lo que es el CPC hoy vamos a enseñártelo. Y no solo vamos a darte su definición, sino que también te explicaremos cómo se usa y cómo puedes sacarle el máximo partido. ¡Te sorprenderá todo lo que estas pequeñas siglas pueden hacer por tu negocio!
El coste por clic (CPC) es un modelo de publicidad online que se utiliza para hacer campañas en diferentes plataformas, como redes sociales o motores de búsqueda. Este indicador implica que el negocio pague solo cada clic que un usuario haga en uno de sus anuncios. El coste concreto se establece por pujas que las empresas realizan por aparecer en los resultados de cada palabra clave. Por tanto, en función de la demanda (también llamada competencia) que tenga un término de búsqueda en concreto se pagará más o menos por cada clic.
En resumidas cuentas, el significado de CPC reside en lo que paga una empresa por cada clic que haga un usuario en sus anuncios en redes, buscadores, banners, etc. Es decir, lo que el webmaster de cada página está dispuesto a pagar porque los usuarios entre en su web. Esta fórmula de pago resulta mucho más llamativa para muchas empresas que el CPM (coste por cada mil impresiones), pues un clic en el enlace denota un mayor interés por la empresa que una simple visualización.
Sin embargo, para llevar a cabo una estrategia de publicidad online de éxito, es imprescindible tener un buen control de los datos que aporta Google Analytics. Con esta herramienta podremos saber realmente desde qué plataformas llega el tráfico a nuestra web y qué aumento real nos está generando cada anuncio.
Hoy día hay muchísimas plataformas que permiten estas estrategias publicitarias en las que se paga por cada clic recibido en el anuncio. Facebook Ads, Twitter Ads o Bing Ads son algunas de ellas. Pero si hay una que supera por número de usuarios y anunciantes a las demás, esa es Google AdWords (mediante la cual los anunciantes también pueden aparecer en diferentes blogs y páginas a través de Google Adsense).
Para escoger una plataforma que se base en el sistema CPC es imprescindible que conozcas dónde se mueve tu público objetivo. De todas formas, siempre puedes combinar anuncios en diferentes medios y analizar posteriormente cuál de ellos te aporta una mayor rentabilidad.
Vamos a explicarlo con un ejemplo. Imagina que una empresa quiere llevar a cabo una estrategia de publicidad online a través de una serie de anuncios. Esta compañía llevará a cabo un estudio de las palabras clave que busque su público objetivo y, dentro de ellas, las que le resulten más rentables por competencia (o sea, las que tengan un coste por clic asumible).
Si después de publicar un anuncio, este se muestra 1.000 veces y recibe un total de 50 clics, esa empresa solo pagará por esas 50 visitas que ha registrado. Si, por ejemplo, por cada clic la puja estaba en 0,3€, el coste total para el negocio de limpieza será de 0,3€ x 50 = 15€. ¿Crees que esta estrategia será eficaz para tu negocio?
Ahora que ya sabes qué es CPC en marketing, aplica todo lo que has aprendido en este post y analiza los resultados para comprobarlo. Pero si lo que quieres es sacarle toda la rentabilidad desde el minuto 1, ¡ponte en contacto con nosotros!
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