Cuando uno se estanca, el mundo sigue girando y le pasa por encima. Eso es lo que ocurre con aquellos que, aún sabiendo perfectamente lo que es el keyword stuffing, lo siguen aplicando porque es lo que les funcionaba hace años. ¡Renovarse o morir! Te explicamos en qué consiste esta técnica para que no la apliques nunca jamás.
Índice
El keyword stuffing es una técnica black hat SEO que consiste en sobreoptimizar un contenido web usando demasiado una palabra clave con la intención de mejorar su posicionamiento. Esto se debe a que hasta el año 2012 los buscadores no poseían los algoritmos necesarios para valorar el lenguaje natural de los usuarios.
En consecuencia, Google, Bing o Yahoo! posicionaban las webs en función de la cantidad de keywords que tuviera el texto, lo que derivó en la proliferación de técnicas de este estilo.
Por aquellos años, una enorme cantidad de webmaster ganó muchísimo dinero con estas técnicas, ya que ayudaban a posicionar.
Este funcionamiento de los motores de búsqueda iba en detrimento de los usuarios, pues, en lugar de encontrar la información que estaban buscando, se daban de bruces con un cúmulo de palabras clave sin sentido. De esta manera, podías dar en internet con textos del estilo de:
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¿Este párrafo al más puro estilo keyword stuffing te parece normal? Porque a nosotros, como personas reales que leemos textos, nos parece una verdadera… porquería. Por eso Google (el mayor buscador del mundo) llegó a la conclusión de que, teniendo en cuenta que ofrecían un servicio a los navegantes de internet y no a las empresas, iba a mejorar su experiencia.
Para conseguirlo, llevaron a cabo un cambio importante en sus algoritmos, que comenzaron a premiar las webs que tenían un número de palabras clave relativamente normal. De esta forma, las páginas que tenían contenidos que de verdad eran de interés para las personas fueron premiadas con buenas posiciones en el buscador. Estas nuevas regulaciones algorítmicas fueron conocidas como Google Panda y Google Penguin. Sin duda, se convirtieron en dos nuevos modelos que cambiaron completamente la forma de trabajar el posicionamiento.
Aunque en caso de sobreoptimizar una web con una palabra clave lo más probable es que los buscadores te penalicen (y mucho), sí es cierto que siguen teniendo en cuenta que en el texto aparezca el término de búsqueda. Al menos en un porcentaje mínimo de veces.
Lo importante es colocar la palabra clave en los lugares adecuados, aquellos en donde las buscará Google: los encabezados (h1, h2,…), alguna negrita, los metadatos,… Pero siempre premiando la lectura fluida antes que el lenguaje tipo robot.
Sin embargo, lo que parece que no llegan a entender los amantes del black hat SEO es que buscadores como Google ya hoy son capaces de entender sinónimos y palabras relacionadas en el contenido. Así, en un mismo texto no se debe repetir 40 veces la misma palabra, sino que se puede hablar del tema de una forma natural.
Añadiendo técnicas de keyword stuffing lo único que consiguen algunos webmaster es demostrar que no se han renovado en algo menos de una década y que no les importa mucho ser penalizados.
Para posicionar utilizando lo que se conoce como white hat SEO se tarda un poco más, pero los resultados son más firmes y duraderos. Además, la experiencia de usuario es infinitamente mejor, ¿no crees? A estas alturas suponemos que ya has entendido lo que es el keyword stuffing y por qué no debes aplicarlo. En resumidas y sencillas cuentas, es malo para tu web. Comparte este artículo en redes para que ninguno de tus amigos vaya de listo y la líe parda en su página.
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